¡Hola! Soy Patricia

Suelen decir sobre mi que soy una «loca de los gatos», friki, divertida, creativa, diferente, perfeccionista y «culo inquieto».

Pero también os quiero contar porque soy así y como llegué a donde estoy ahora.

Nací en Dakar, Senegal, pero la verdad no recuerdo mucho sobre esos años, ya que era muy bebé cuando mis padres volvieron a la península. Mi madre es extremeña y mi padre madrileño y yo… bueno yo, pues me considero gallega de crianza, como el vino 😉 ya que viví toda mi infancia y adolescencia en un pueblecito cerca de Santiago de Compostela.

¿Y porqué os cuento todo esto? Pues porque eso ha marcado mi vida y mis aficiones. Me encanta viajar, conocer lugares y personas de todos los rincones del planeta y me considero una ciudadana del mundo aunque asentada en Barcelona parece que definitivamente.

Además, podría decirse que mi vida ha sido una constante búsqueda en torno a la pregunta “¿Qué hago con mi vida?” y para conseguir la respuesta me he pasado lo que llevo de vida probando, aprendiendo, disfrutando y buscando la respuesta siempre de la mano de mi creatividad. 

Hasta que un día, sin ni siquiera buscarlo, volví al
universo de las bodas.

Hasta que un día, sin ni siquiera buscarlo, volví al
universo de las bodas.

Y sí, digo volví porque anteriormente estuve trabajando años asesorando y vistiendo a muchísimas novias, novios e invitadas en una tienda especializada, pero no llenaban mi rinconcito creativo y decidí iniciar otros caminos. 

Tras un tiempo en la rutina y monotonía de un trabajo fijo y convencional, en el que caí causado por la famosa crisis, llegó el momento del cambio.

Fue entonces, cuando mi marido y yo nos prometimos, que comencé a idear nuestra propia boda cuando esas mariposas revoloteaban de nuevo en mi estómago y me marcaron el camino hacia mi futuro como Wedding Planner

Aunque luego esa ilusión se convirtió rápido en frustración al no encontrar el lugar perfecto para celebrar la boda de cuento de hadas en el bosque con la que soñábamos. 


¿Puedes imaginar lo mal que me sentía?

Pero como no me rindo fácilmente, tras retomar la iniciativa de casarnos, decidí aprovechar mis conocimientos profesionales y todo mi potencial como asesora y creativa para encontrar el lugar perfecto y diseñar nuestra boda. 

Fue entonces, en el proceso, cuando me enamoré de esta profesión y decidí que quería ayudar a otras parejas a conseguir su boda alternativa y original que habían soñado y que no tuvieran que vivir la mala experiencia que había pasado yo un año antes.

Me apasiona diseñar y crear momentos únicos llenos de magia y emoción.

Me fascina la decoración, los colores, las sorpresas y además tengo un gran sentido de responsabilidad y perfeccionismo. Para mí es inconcebible trabajar para una pareja con la que no haya conectado 100% y entendido perfectamente.

Pero en esta aventura no estoy sola,
dejad que os presente a Nuria

Pero en esta aventura no estoy sola, dejad que os presente a Nuria

Hola, me llamo Nuria y soy soñadora, detallista, cariñosa y muy capricornio. Si algo se sale de lo estipulado me cuesta, pero si me dejan mi tiempo me acabo dejando llevar… Si no que se lo pregunten a Patri. Y eso es porque me gusta dejarlo todo bien atado y que salga perfecto, o casi.

Desde bien pequeña ya tenía afición por el dibujo, pintaba a escondidas en las paredes detrás de los muebles de mi casa, hasta que un día mis padres los encontraron. ¡Y eso que en casa había materiales artísticos de sobras!

A los 25 hice las pruebas para entrar a diseño gráfico, ¡y lo logré! Me enamoré del diseño gráfico perdidamente (¡ay si mi profe de diseño en bachillerato me oyera! En aquel entonces le dije que no me gustaba y jamás trabajaría de ello).

El diseño para bodas vino por casualidad, cuando uno de mis mejores amigos me dijo que se casaba con su chica. ¡Les hice las invitaciones superilusionada!

Al poco empecé con unas amigas una emprendeduría de organización de eventos, pero poco a poco, las bodas se hicieron un hueco más grande, hasta que mi pareja me hizo ver que eran mi gran pasión. Se dio cuenta de que la manera en la que hablaba de la papelería de boda hacía que me brillaran los ojos.

Y desde entonces hasta hoy, que fue un rotundo sí quiero para toda la vida.

¿Qué dices? ¿Te ayudamos a darte el «Sí quiero» a tu estilo?